viernes, 20 de noviembre de 2009

Liderazgo V/S Gestión Eficaz

Existen importantes diferencias entre una gestión eficaz y el liderazgo organizacional, por ejemplo la gestión se ocupa de hacer frente a la complejidad, sus prácticas y sus procedimientos. El liderazgo en cambio se ocupa de los cambios, debido a esto el realce de la importancia del liderazgo en la última década, dado que en la actualidad la única constante es el cambio. Existen al menos tres factores claves relevantes para impulsar el liderazgo sobre la gestión eficaz, estos se mencionan a continuación:
  1. Fijar la orientación en lugar de planificar: Fijar una orientación no crea planes sino visiones y estrategias, la planificación no es acorde a los cambios continuos del entorno, la planificación funciona mejor cuando es un complemento de la fijación de una orientación. Un plan no fija un rumbo sino acciones a seguir, pero ¿Sirve acaso avanzar en cualquier dirección?, el liderazgo proporciona una visión de cambio constructivo con orientación de futuro.
  2. Coordinar en lugar de dotar de personal: Actualmente no basta con tener las personas idóneas bajo la estructura adecuada, es necesario realizar una coordinación tal que la suma de las partes sea mayor al aporte individual de cada uno. Es necesario hacer que todos se muevan en una dirección coordinada, de lo contrario los mininos esfuerzos no serán útiles para alcanzar la meta, recordar que un mensaje bien entendido no implica lecciones aprendidas. Un factor clave es lograr delegar autoridad, al coordinar se transmiten visiones de objetivos comunes.
  3. Motivar e incentivar en lugar de controlar y corregir: La gestión controla las personas impulsándolas en la dirección correcta, en cambio el liderazgo las motiva a mejorar satisfaciendo sus necesidades básicas entregándoles la inspiración para superar los obstáculos.
Una de las mejores maneras de impulsar el liderazgo es la creación de oportunidades desafiantes para los jóvenes de la organización.

Es imprescindible recordar que el liderazgo complementa la gestión no la sustituye

jueves, 5 de noviembre de 2009

Compartir el poder

Es cotidianamente posible de observar el sesgo que existe en una conversación entre un subordinado y un superior debido a la autoridad, en estas circunstancia existen superiores que lo utilizan con un dejo de aire de "enjuiciador", donde la mayoría de las decisiones de valor son tomadas por él, como resultado se empeñan en retener el poder y la libertad de decidir sobre actos importantes, esta actitud trae consigo algunos de los siguientes problemas:
  1. Condicionamiento de respuestas: Cada subordinado basa su labor referente al superior, asi poco a poco irá condicionando sus respuestas a las aprobación del superior, con el fin de lograr aceptación continua, esto sin lugar a dudas lleva a la falta de iniciativa y impulsa la inercia de la organización.
  2. Rechazo y Aprobación: Un sutil rechazo crea un significativo efecto negativo, donde este indudablemente influye en su desempeño laboral, es necesario estar alerta ante situaciones de rechazo ante actitudes similares (pagar con la misma moneda).
  3. Resalto de fallos: En reuniones se imprescindible entregar ideas, estas no están libres de errores y fallas, sin embargo es habitual situarse en las fallas de la idea, esto es un error, como sugerencia se debe tomar una amplia gamma de ideas y rescatar de ellas los aspectos favorables, así una idea con errores se puede transformar una excelente idea de solución (abordar fallas como falencias que es posible superar).
A nivel de compañeros, colegas, académicos y directores lo anterior puede darse debido a que la penalización es la técnica más usada para el control del comportamiento. Sin embargo un juicioso, se basa en ideas, afirmación y colaboración para conseguir resultados.

Otra manera de aclarar expectativas es la delegación de toma de decisiones en quien deba poner en practica la labor, en la reunión el superior debe guiar la toma de la decisiones evitando con ello dominar absolutamente el proceso de tomar la decisión.

Es posible que durante una reunión se considere una solución la cual es la “segunda mejor”, un jefe debe reconocer que es una solución aceptable y hacer que se corrija tal elección haciendo que el subordinado se responsabilice de los resultados, sin embargo el director juicioso sabe que este es el riesgo que debe tomar a fin de contar con subordinados capaces de mejorar y aceptar nuevos compromisos y tomar mejores decisiones en el futuro con autonomía.

De estas maneras un director eficaz se basa en su experiencia y conocimiento no para juzgar soluciones e imponer ideas y alternativas de soluciones, sino para alentar, guiar, enseñar, acrecentar y aprovechar las facultades de los subordinados.